Me acuerdo

de cuando era muy pequeña, demasiado pequeña como para ver por encima de la mesa. Había una bola de nieve y recuerdo también al pingüino que vivía dentro de la bola. Estaba tan solo ahí dentro, que me daba pena. Entonces papá me dijo: “No te preocupes Susy tiene una vida agradable; está atrapado en su mundo perfecto.”

The lovely bones

Frío y nieve... esa es la felicidad de un pingüino, su mundo ideal, su sueño. Pero hay veces en las que no puedes quedarte en tu mundo. Ni aunque sea perfecto. Son esas veces en las que tu sueño es la libertad. No importa qué contenga la burbuja, lo importante es que no se encuentre entre paredes de cristal.