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-¿Qué... qué va a pasarme? ¿Voy a morirme?
-Eso depende.
-Pe... pero no... no se puede vivir con... un... un corazón de cristal.
-Depende del tipo de cristal que sea.
La doctora hablaba tranquilamente como si en lugar de debatir la vida de Patrik, estuviera hablando sobre una aburrida película. Saltaba a la vista que el joven estaba completamente atemorizado. Entonces ella le dijo estas mismas palabras:
-Un corazón de cristal puede ser frío, de hielo. Entonces se rompería fácilmente. O por el contrario podría deshelarse y hacer tu vida solo temporal. Si fuera transparente tendrías que ser prevenido. Es obvio que es frágil y hay que tener cuidado. También es muy sensible así que deberías ser tenaz.
La doctora lo miraba severamente para revelarle el significado oculto de sus palabras con sus ojos cristalinos, de una profundidad asombrosa. Patrik empezó a asentir con comprensión preguntándose si su corazón sería tan diáfano como esos ojos.
-O sea que debe pertenecer a dos para que sea permanente...