––Vivir.
––Aprendes bien, pequeña pupila. Y yo también aprendo cuando te observo y te escucho. Debes saber que toda enseñanza está en tu casa, en las calles, en los bosques, en los mendigos, en los señores, en tu padre y en tu madre... Para aprender las lecciones más importantes no necesitas libros ni maestros. Sal fuera, abre los ojos, escucha al viento, a los mercados, mira el cielo con sus nubes, recorre caminos, habla con desconocidos. Presta atención a todo, interpreta, mantenlo en tu cabeza, pero no te fíes de nada sin haber vivido.

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