Buscar este blog

––Niña, ahora eres una pequeña sabia,



pero para que los conocimientos profundicen en mente, debemos experimentarlos en piel. Por eso debes crecer, y seguir aprendiendo. Los ancianos son sabios porque ya vivieron. Eso les permite transmitir lo que saben. En diferencia tú solo recuerdas para cuando necesites mis enseñanzas, será entonces cuando las entiendas y así poder regalarlas a otros. Dime, ¿qué hay entre aprender y enseñar?
––Vivir.
––Aprendes bien, pequeña pupila. Y yo también aprendo cuando te observo y te escucho. Debes saber que toda enseñanza está en tu casa, en las calles, en los bosques, en los mendigos, en los señores, en tu padre y en tu madre... Para aprender las lecciones más importantes no necesitas libros ni maestros. Sal fuera, abre los ojos, escucha al viento, a los mercados, mira el cielo con sus nubes, recorre caminos, habla con desconocidos. Presta atención a todo, interpreta, mantenlo en tu cabeza, pero no te fíes de nada sin haber vivido.

No hay comentarios :

¿Qué opinas?