Los pájaros son un sinónimo de libertad porque pueden volar. Porque en el cielo no hay muros ni fronteras ni obstáculos. Pero cuando aterrizan, sus patas cortas les impiden caminar demasiado lejos. Su gran limitación para moverse a pie quiere decir que los pájaros están diseñados para planear entre la brisa, nada más. Y eso no es libertad. Aunque los pájaros vivan en un mundo sin barreras, no eligieron ese mundo para ellos. No pueden decidir si correr o surcar el firmamento. La naturaleza les impuso moverse por el aire. Y la libertad es el antónimo de la obligación.
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