Me admiras porque no espero. Yo diría que esa es la base del respeto que me otorgas, de la devoción que me ofreces. Me admiras porque no espero a otras personas. Sigo mi camino, sin importar estar sola. Sin esperar un gran reconocimiento. No espero recompensas. No espero reciprocidad por parte de nadie. No espero a saber qué opinan para procurar que sea bueno. Me admiras porque actúo sin esperar. Y cuando alguien no espera, hace las cosas para sí mismo, por gusto, como quiere. Trabaja con amor y el amor es detalle, eficiencia. Me admiras porque lucho sin esperar, sin ilusionarme, sin creer. Y aún a pesar de ello, lucho. Me admiras porque no espero, y cuando alguien no espera, es puro en lo que hace, sin terceras intenciones, sin hipocresía. Me admiras porque no espero, y porque no espero, soy quien soy, y hago lo que de verdad quiero.
No hay comentarios :
¿Qué opinas?