¿Por qué unos merecen más y otros menos?
––Pequeña pupila, ¿pero no es evidente? Solo hay una forma de llegar a la cima del mundo. Algunos de los cortesanos fueron las mejores espadas, otros los herreros más exquisitos, los juglares más divertidos, los cocineros más pulcros, los comandantes más diestros... pero nada de eso es necesario. Realmente, para ser grande en este mundo ni siquiera necesitas hacer algo verdaderamente trascendental.
La niña frunció el ceño confundida. Estaba convencida de que todas las personas sin duda merecían lo mismo. Claro que había algunas que trabajaban mucho más duro, por lo que recibían mayor recompensa. Seguramente, los señores habían luchado lealmente para obtener todo aquello que los hacía distinguidos. Pero en el presente solo eran estómagos que tragaban, bocas que reían, y genitales que copulaban. Nada que les hiciera aún merecedores de todos sus privilegios.
––¿No?El maestro negó con la cabeza.
––Solo hay una forma de llegar a la cima del mundo. Se trata de convencer a todos los hombres de tu alrededor, a todas las personas que puedas, de que mereces estar allí. Los hombres de la Corte lo hicieron luchando, forjando armas, haciendo reír, cocinando o tomando las decisiones adecuadas. El truco no está en convencerlos, manipular, imponer, salirte con la tuya ni conseguir que cambien de opinión. El truco está en ser lo suficientemente sutil como para que nadie se de cuenta de que lo has persuadido. Ese es el truco que usa Dios para mover el mundo. ¿O acaso ha gritado con voz imponente al Universo "He aquí el creador. El único y todopoderoso. Ved la verdad de mi existencia. Escuchad a la esencia del mundo"?
––Claro que no.
––Pero... ¿quién se atrevería a negar que está ahí arriba?
La niña no respondió, permaneció en silencio observando la sonrisa que se dibujaba en la cara huesuda del Maestro. Si se fijaba solamente en sus ojos, podía ver cómo desprendían una energía que lo hacía parecer más joven.
––Él está en la cima del mundo, y ni siquiera tuvimos que verlo para concederle ese lugar... No necesitas hacer nada especial, ni sobresalir en ningún oficio para estar arriba, niña, solo tienes que hacer las cosas lo suficientemente bien como para que el resto te necesite... o eso crea.

Sin duda, muy bonito. ¿Lo has escrito tú? Me encanta. Que sepas, que ya soy seguidora de tu blog. Pásate por el mio si tienes tiempo. Un saludo (:
ResponderEliminarGracias :) Sí, son pedazos de una historia de una niña que vive en un castillo abandonado con un anciano que es su Maestro y le transmite sus enseñanzas. Hay más, por los primeros días de Mayo o así. Ahora mismo, me encanta conocer otros blogs :D
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